Cada fin de año nos llenamos de emociones encontradas: tristeza por lo que no pudimos hacer, por  no poder estar con los que se fueron, parcial o definitivamente, alegría porque se espera que celebremos la llegada de un nuevo año, que compartamos con familiares y amigos una cena, unos regalos y nos tomemos muchas fotos para subir a las redes…

Muchos automáticamente se sienten obligados a cumplir con rituales y rutinas, se angustian por no tener dinero suficiente para cumplir con esos cánones, y esto les frustra mucho. Por eso debemos cambiar el enfoque y dejar de concentrarnos en las expectativas externas y pasar a reflexionar sobre lo que hemos aprendido, especialmente en las experiencias que hemos vivido  en estos dos últimos años a nivel global que nos deben llamar al reencuentro con nosotros mismos, a reinventarnos como personas, a sacar lo mejor de nosotros para fortalecer nuestra valía y alcanzar metas personales que nos den bienestar.

Hagamos ese propósito para el 2024

Partamos de inventariar lo que aprendimos y empezar a construir nuestra mejor versión

¿Cómo se hace?

Tomemos lápiz  y papel o nuestro dispositivo favorito y empecemos a escribir

1.- Cuáles son mis debilidades  y fortalezas.

2. Cómo puedo aminorar las primeras y potenciar las  últimas.

3. Cuáles son las metas (por lo menos 3) que quisiera alcanzar este año (trata de escribirlas en palabras sencillas y verifica que sean factibles)

4. ¿Qué necesito para lograrlas?

5. Si te cuesta mucho visualizarte no dudes en buscar ayuda porque a veces  cuesta tomar decisiones que impliquen revisarse internamente

6. Verifica que ese alguien que te va a ayudar sea  alguien acreditado, pues ponerse  en manos no profesionales puede causar  daño y comprometer tu salud mental.

7. Evita dejarte llevar por el miedo y traza tu ruta de cambio hacia esa nueva versión de ti  que te conduzca al logro de tus metas y a tu bienestar integral  

¡Anímate! el momento es YA.